Acompaño a mujeres en sus diferentes ciclos a través de distintas técnicas corporales para mejorar su calidad de vida y su bienestar físico y emocional

Los pies un reflejo del alma

“Que feos son mis pies”, “Ayyy perdona mis pies son horribles”, “Mis pies están deformados”. Estas  y otras muchas palabras parecidas son las que escucho cuando mis clientas vienen por primera vez a mi consulta de Reflexología y ¿si te digo que los pies son un reflejo del alma? Tras esta lectura entenderás por qué digo esto.

Como dice una de mis maestras Patricia Passotu cuerpo es el mejor cuerpo que puedes tener en este momento, es como tiene que ser, porque así como está es lo necesario para salir de donde está”, de la misma manera creo que para los pies también se puede aplicar esta reflexión.

Gracias a mi formación con el maestro Mauricio Kruchik puedo entender lo que los pies tienen que decir.  Puedo entender si tengo ante mí a una persona que está pasando una época complicada, si es fuerte, valiente, si tengo ante mí a una gran líder, a una soñadora o si por el contrario es  una persona realista, si alberga algún rencor o resentimiento, si la compasión y la generosidad es lo que rige su vida, si esa persona está viviendo su vida plenamente aprovechando todo su potencial o si por alguna circunstancia se ha alejado de su camino … Todo esto y mucho más  lo reflejan nuestros pies ¿No es fascinante?

Te sorprendería ver cómo pueden cambiar nuestros pies según como afrontemos nuestra vida y las distintas circunstancias que acontecen y lo más valioso de toda esta información que queda registrada en nuestros pies, es que está en nuestras manos cambiar por dentro para poder cambiar por fuera.

Es bueno recordar , sin duda alguna,  que los pies son tremendamente fuertes, sobre ellos recae  cada día la responsabilidad y el peso de nuestro cuerpo. Son nuestro soporte y raíz, nos conectan con la tierra, con nuestras raíces y sin embargo en vez de cuidarlos y darles el cariño que se merecen los encerramos en un calzado sin permitirles ser libres, apenas sin mirarlos ni prestarlos atención.

Te propongo que le dediques unos minutos a tus pies, descálzate, míralos, diles algo bonito porque tus pies son el reflejo de tu maravillosa alma. Son perfectos aquí y ahora, son cómo tienen que ser para que puedas seguir creciendo y evolucionando como persona.

Es hora de que  demos a los pies la importancia que se merecen, les honremos y agradezcamos cada día la fuerza y responsabilidad que tienen.